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jueves, 27 de agosto de 2015

NARCO POLITICA

Las mutuas acusaciones entre Nadine Heredia, el APRA y el Fujimorismo: El narcotráfico en la escena oficial de la política.


De pronto la escena oficial de la política se narcotizo. De la acusación hecha por Nadine Heredia, hace dos días, de que el "partido aprista y el partido fujimorista tienen y han tenido vínculos con el narcotráfico", hemos pasado -hace dos horas- a una contraofensiva aprista: retomaron los vídeos donde presuntos testigos acusan al "capitán Carlos" (que sería Ollanta Humala) de recibir cupos de narcotraficantes para usar pistas de aterrizaje en Madre Mia.  
Lo nuevo del vídeo que se difundió -por primera vez- antes de la elecciones del 2011: presentaron un pasaje en el que uno de los testigos conversa con el periodista que hizo el reportaje de investigación señalando que el "capital Carlos" (o sea, Ollanta Humala) recibió cupos de los narcotraficantes por vuelos de avionetas con droga.
Ahora, a diferencia del 2011, el APRA acusa directamente que Ollanta Humala habría cobrado cupos del narcotráfico. Evidentemente, esta contraofensiva aprista es una respuesta a lo que dijo Nadine Heredia. Es, también, una respuesta a las últimas revelaciones que se ha conocido del caso de los narcoindultos, que se encuentra en la fase el juicio oral.
Así, pues, estamos ante mutuas acusaciones entre los representantes del nacionalismo, el partido aprista y el fujimorismo. Hasta el mismo Kenji Fujimori, en un hecho inédito y sin escrúpulos (recuerden: debió ser investigado por los 100 kilos de cocaína hallados en un almacén de Limasa de la que era socio), dijo: Alan García saco a los narcos de la cárcel".
¿Tienen asidero las mutuas acusaciones de los principales líderes del nacionalismo, aprismo y fujimorismo? Esta es la primera vez que podemos decir que algo se acusan mutuamente los principales líderes de estas fuerzas políticas. No es posible que Nadine Heredia diga que el partido aprista y el partido fujimorista tienen vínculos con el narcotráfico sin tener elementos conocidos, y no conocidos para decirlo.
No es posible creer que esté inventando para sacar de la agenda mediática la investigación de sus presuntas agendas. Ella debe saber cosas que no conocemos del APRA y el fujimorismo. Tampoco es posible creer que los líderes de partido aprista retomen y vuelvan a difundir el video en el presuntos testigos acusan el capitán Carlos=Ollanta Humala de haber presuntamente recibo cupos del narco, sin que tengan seguridad de que sea verdad.
Ahora, más allá de las acusaciones mutuas, están los hechos reales. En el caso del APRA tiene casos que lo pueden vincular con el narcotráfico: el caso de Gerald Oropeza y sus vinculaciones con Facundo Chinguel y, de manera indirecta, con Luis Nava, secretario personal de Alan García en su segundo gobierno, los narcoindultos y el caso del congresista Elías Rodríguez que habría recibido dinero del clan Sánchez Paredes, investigados por narcotráfico.
El fujimorismo también tiene los suyos: el financiamiento del Luis Calle Quiros, quien aparece en la lista negra de narcotraficantes de los EEUU, a la campaña (formalmente dio más de 40 mil soles) de Keiko Fujimori el 2011, el caso -que ya mencionamos- de Kenji Fujimori y la investigación que tuvo María Luisa López, por lavado de activos.
Y, en el caso del nacionalismo también tiene lo suyo: la denuncia a dos congresistas, Josué Gutiérrez y Teófilo Gamarra, por tener presuntos vínculos con el lavado de activos y el narcotráfico y las relaciones de Nadine Heredia -aparecidas en una de sus presuntas agendas- con Cesar Cataño, investigado por narcotráfico.
Así, más allá de las mutas acusaciones que protagonizan el nacionalismo, el aprismo y el fujimorismo, hay elementos suficientes para –si se investigara profunda y honestamente- develar las conexiones de estas fuerzas con el negocio de la drogas o el lavado de activos. El narcotráfico esta, pues, en la escena política oficial. La narcopolítica no es un invento. Es una realidad, ya histórica, del Perú.