Bielorrusia no introducirá propuestas para aprobar el matrimonio homosexual, pese a presiones de otros países. El presidente Alexander Lukashenko acusó a las naciones que han legalizado las uniones entre personas del mismo sexo de darle la espalda a los valores cristianos.
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"No nos presionen para que introduzcamos el matrimonio homosexual. No lo haremos a corto plazo, mientras yo sea presidente. El pueblo no lo aceptará", dijo Lukashenko durante su intervención anual ante el Parlamento.
El gobernante, considerado como el último dictador de Europa, comentó que el matrimonio homosexual es "es algo ajeno, para lo que aún no estamos preparados. Esperen un poco", dijo el presidente. Lukashenko gobierna el país desde 1994.
El gobierno de Rusia también ha rechazado la posibilidad de legalizar el matrimonio homosexual, y las adopciones. Por su parte, Nueva Zelanda y Uruguay aprobaron normas para autorizar la práctica en su sociedad. Mientras tanto, la Asamblea Nacional francesa estudia la posibilidad de permitir las bodas entre personas del mismo sexo.
